Como prueba irrefutable de la sequia que esta padeciendo Barcelona (aunque aun algunos lo duden) surge de las antiguas aguas: la iglesia de Sant Romà, que permanecía sumergida en el embalse de Sau, y hoy se puede volver a ver.
Una alegria a la vista, pero tambien una gran tristeza por lo que volver a ver esta iglesia significa.
1 comentario:
joder q tochoooooooooooooo!!!!!
Siempre he kerido ver unos de esos pueblos q se esconden en los pantanos...no hay pantano sin iglesia o pueblo en el fondo vamos...la mitad de las veces sera mentira pero le da un toke de misterio muy turistico!
Una pena lo del agua...lo q parece q la gente no tiene claro es un concepto BASICO:"EL AHUA ES DE TODOS,PERO NO TIENE DUEÑO!"
A ver si nos vemos este finde q el sabado pasado yo estab destrozadita y no tenia fuerzas ni para hablar!
Muchos besos Cinti!
Eva.
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